¿Cómo leer con los chicos?
¿Qué leer?
Elijamos junto con los chicos el libro que vamos a compartir. Algunos chicos quieran leer el mismo cuento una y otra vez. ¡No hay problema! Cada tanto podemos sugerirles alternativas. Seguramente en algún momento las querrán descubrir.
¿Empezamos?
Creemos un clima sereno y relajado con los chicos en piyama en la cama, el adulto sentado a su lado libro en mano, la luz tenue, tonos de voz bajos... ¡Lo mejor está por comenzar!
¿Vemos la portada?
La portada de los libros tiene mucha información, nos adelanta de qué tratará el libro, crea expectativa y los prepara para comprenderlo mejor. Mostrémosla, leamos el título y hagamos algún comentario para adentrarnos en la lectura.
Ilustraciones a la vista.
En muchos libros infantiles las ilustraciones son parte del relato y los chicos necesitan verlas para comprender y disfrutar la historia. Dispongamos el libro para que las puedan apreciar.
Tonos y ritmos.
La voz tiene que ofrecer altos, bajos, diferentes ritmos, todo con el fin de captar la atención de los chicos y acompañar los diferentes momentos del relato. Las descripciones suelen leerse más lentamente y los momentos de acción con mayor rapidez. Estemos atentos a mantener, de todos modos, un clima sereno previo a la hora de dormir.
En la voz de los personajes.
Si en el relato se presenta un dialogo entre personajes, podemos variar los tonos y la entonación para diferenciarlos y hacerlos más vividos. A los chicos les encanta.
En contacto con nuestros chicos.
Mientras avanzamos en la lectura, podemos hacer pausas y acompañar con miradas, apelaciones y gestos según la historia lo vaya habilitando.
Y colorín colorado...
Demos un cierre a la lectura que indique claramente el fin y la llegada de la hora de dormir.